El Roman de la Rose, «en el que se encuentra todo el arte del amor», fue una de las obras literarias más leídas de la Edad Media. Fue lo que hoy llamaríamos un best-seller. De hecho, se han encontrado unos cien ejemplares en Francia. Para valorar en su justa medida esta cifra, hay que recordar que Johannes Gutenberg inventa la imprenta con caracteres móviles hacia 1450. Así pues, todos los ejemplares de los que estamos hablando son pergaminos escritos pacientemente a mano, letra a letra. Teniendo en cuenta el tiempo necesario para dedicarse a esa tarea, el coste de una obra de este calibre podría oscilar entre lo que hoy en día cuesta un automóvil y un apartamento.
Es un poema alegórico compuesto en el francés del siglo XIII y ya en el siglo XVI se lo consideraba un clásico nacional.
Alrededor de 1230, Guillaume de Lorris escribió las primeras 4058 líneas del poema. Jean de Meung escribió otras 17 724 alrededor de 1275.
La obra es, a la vez, una canción de amor cortés, una historia de iniciación y un juego literario que emplea espejismos, metáforas y otros recursos literarios. El autor, que habla en primera persona y personifica a L'Amant (el Amante) de la historia, viaja en sueños a una hermosa huerta habitada por Déduit (Placer) y sus compañeros: Jeunesse (Juventud), Richesse (Riqueza), Liesse (Júbilo) y Beauté (Belleza). La historia personifica los ideales del amor cortés. Ésta relata las aventuras del Amante que, habiendo caído en las leyes del Amor, el amo todopoderoso, debe evitar las trampas de Male Bouche (Boca Sucia), Dangiers (Peligro) y Jalousie (Celos) para ganar a su dama, la Rosa.
Hay alrededor de 300 manuscritos del Roman de la Rose conservados en todo el mundo, pues pronto se tradujo a diversos idiomas.
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